Introducción
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria del sistema nervioso central (SNC) de origen autoinmune que produce lesiones inflamatorias en el encéfalo y la medula espinal conduciendo a una ruptura de la barrera hematoencefálica, desmielinización y daño axonal que conlleva secuelas neurológicas. Se trata de una enfermedad atendida habitualmente por el concurso de otros profesionales sanitarios.
Está fuera de discusión la relación positiva entre la oferta primaria médico de atención primaria con mejores resultados de salud. Sobre la base de la Declaración de 1978 de Alma-Ata, la Organización Mundial de la Salud propuso hace muchos años el establecimiento del nivel asistencial de asistencia primaria como está incluido en nuestro sistema sanitario. Sin embargo, aunque el modelo es incuestionable, los ámbitos de atribución para patologías especificas pueden ser motivo de debate incluso entre los propios facultativos del nivel asistencial. En el caso de la EM, la delimitación de funciones sobre estos enfermos por los médicos de atención primaria no está definida. Como ejemplo significativo puede revisarse la guía de atención del 2014 del NICE británico, un servicio sanitario vocacionado tradicionalmente en el nivel de asistencia primaria (1). Así, en esa guía, cuando se establece en el apartado 4.1 la implementación de acciones y se define los profesionales que deben actuar, el GP está en el ultimo lugar, por detrás de enfermería, de logopedas, fisioterapeutas, nutricionistas, psicólogos etc., y no se establece ninguna función a desarrollar en toda la guía. En una conferencia de expertos especifica para los pacientes con EM con formas progresiva tampoco se cita al medico de atención primaria (2). Existe muy poca información documentada sobre el papel de médico de familia en la EM. En un estudio que preguntaba que profesional coordinaba si enfermedad a 30 pacientes con EM, solo 8 identificaron al médico de familia. Cuando se les preguntó a los que idealmente querrían como sus métodos de coordinador, la mayoría informó que querían un especialista y no por su médico de atención primaria (3). En otro estudio, ningún paciente identificó al medico de asistencia primaria (4). El hecho es especialmente relevante, porque una reciente revisión Cochranne ha demostrado que la información médica sobre la enfermedad mejora la calidad de vida de los pacientes (5).